Wednesday, November 25, 2009

Resveratrol: Promisorio en la Promoción de la Cardioprotección contra la Enfermedad Coronaria
Miércoles Noviembre 25, 2 009
Resveratrol: Promisorio en la Promoción de la Cardioprotección contra la Enfermedad Coronaria
Jaime Urdinola M.D.
Asociación Médica de los Andes AK 9 116 20 CS 326 Bogotá D.C. Colombia - Teléfono 571 ⁄ 215 23 00 Ext. 13 80
e-mail: jaimeurdinolamd@gmail.com blogger: http://www.urdinola.blogspot.com www.urdinolamenopausia2.blogspot.com
Coloquio ⁄ Almuerzo sobre Salud de la Mujer y Menopausia Asociación Médica de los Andes - Sala de Juntas – Miércoles Noviembre 25, 2 009

La estructura química del resveratrol es t-RESV (trans-3,4',5-trihidroxiestilbeno).

El resveratrol es una fitoalexina (compuestos antibióticos producidos por las plantas en respuesta a la aparición de microbios y como inhibidores de la alimentación).

Fabricación
El resveratrol que se utilizar para fabricar resveratrate procede de la raíz del Polygonum cuspidatum, una planta que procede de China. Una vez cosechada esta planta, se envía a unos laboratorios en Bélgica donde se extrae el resveratrol mediante un proceso que dura 14 días. El resveratrol pasa entonces por un proceso avanzado de desalinización para aumentar su potencia. De esa forma comienza la manipulación del resveratrol para convertirlo en resveratrate: tres grupos de fosfatos se añaden a cada molécula en un proceso llamado fosforilación. Una vez convertido en resveratrate, el resveratrol se vuelve estable y compatible con la piel, lo que permite a los científicos multiplicar por 5 su concentración para actuar sobre el gen de la longevidad SIRT1.

Introducción
En Septiembre 2 009 en la Universidad de Harvard en Boston se realizó una conferencia sobre envejecimiento, en la cual participaron tanto los del Club de los 120 (personas que intentan vivir hasta esa edad) hasta los devotos de las dietas de pocas calorías. El peso pesado de los participantes fué Sirtris Pharmaceuticals. Esta compañía desarrolla medicamentos que imitan el resveratrol, una sustancia química encontrada en algunos vinos rojos. El resveratrol activa una clase de proteínas llamadas las sirtuínas, de las cuales la compañía deriva su nombre. Se piensa que la activación de las sirtuínas ayuda al cuerpo a sobrellevar el hambre. Si se coloca a ratones y ratas en una dieta con 30 % menos de calorías, pueden llegar a vivir hasta 40 % más tiempo.

Parece que esto lo logran evitando las enfermedades degenerativas usuales, obteniendo de esta forma no sólo una vida más larga, sino más tiempo con buena salud.

Sirtuínas
Las sirtuínas son una clase de enzimas, unas deacetilasas de histona, NAD-dependientes, que se
encuentran tanto en las células procariotas como en las eucariotas. Afectan al metabolismo celular, regulando la expresión de ciertos genes (o epigenética) dentro de las células eucariotas de vegetales y animales. El nombre proviene de Silent mating type Information Regulation two, el gen responsable de la regulación celular en el interior de las levaduras, e -ina, terminación o sufijo convencional para las proteínas.

Los investigadores de la compañía Sirtris piensan que los medicamentos que activan las sirtuínas, podrían imitar el proceso de hacer al cuerpo más fuerte y resistente a las enfermedades y al envejecimiento. Se ha demostrado que en el ratón, los activadores de las sirtuínas son efectivas contra el cáncer de pulmón o de colon, melanoma, linfoma, la Diabetes tipo 2, la enfermedad cardiovascular y el Alzheimer. Estos medicamentos reducen la inflamación, lo que induce a pensar que en humanos podrían remediar problemas como el síndrome de colon irritable o el glaucoma.

Varios estudios clínicos se encuentran en Fases 1 y 2 de investigación. No se ha demostrado que
el resveratrol aumente la duración de la vida en el ratón normal como lo hace en los ratones con
obesidad, así como en lombrices y en moscas.

El resveratrol del vino rojo ha sido asociado desde hace tiempo con la denominada “Paradoja
Francesa",
reflejando la baja incidencia de enfermedad cardíaca (EC) entre los franceses a pesar del consumo de una dieta con alto contenido de grasas saturadas. Es un compuesto polifenólico que se encuentra en la cascara de algunas frutas rojas como las uvas y las ciruelas, la cáscara roja del maní y aún en la mantequilla de maní.

El interés nace de numerosos estudios epidemiológicos que demostraron una asociación entre el
consumo moderado de alcohol y la reducción en las cifras de la enfermedad coronaria, así como la reducción en la EC en bebedores especialmente de vino, en comparación con otro tipo de bebidas 1. Frankel 2 demostró que los polifenoles del vino rojo inhibían la oxidación del colesterol LDL más que el antioxidante establecido, el α-tocoferol. Esto, por supuesto y como era de esperarse, llevó a los científicos a enfocarse en investigaciones que aclararan el efecto cardioprotector del vino rojo. Además, protege las células de la acumulación de lípidos y del estrés oxidativo inducido por el peróxido de hidrógeno 3.

La angiogénesis miocárdica mediada por la hipoxia/reoxigenación depende de un mecanismo dependiente del Factor Nuclear kB al aumentar su actividad de enlace al ADN. El resveratrol aumenta la Sintasa Endotelial fosforilada del Oxido Nítrico, regulando el crecimiento de las células endoteliales. El Factor de Crecimiento Vascular Endotelial es un factor proangiogénico así como una molécula cardioprotectora, que induce cambios hemodinámicos y permeabilidad microvascular. Se puede apreciar que los efectos benéficos antiisquémicos del resveratrol pueden tener una base multifactorial, aumentando también la producción de Oxido Nitrico en las células endoteliales 4.

Conclusiones
Esta breve revisión demuestra que el resveratrol significa una gran promesa en el tratamiento de complicaciones fisiopatológicas como la isquemia del miocardio así como también en la hipercolesterolemia y la diabetes, al regular varias moléculas blanco que protegen el miocardio contra la injuria isquémica, así como al reducir el remodelamiento ventricular. De esta forma el tratamiento con resveratrol podrá usarse para e desarrollo de la terapéutica de angiogénesis en pacientes con enfermedad coronaria
.
Referencias
1- Grønbaek M, Deis A, Sørensen TI, Becker U, Schnohr P, Jensen G.
Mortality associated with moderate intakes of wine, beer, or spirits. BMJ. 1995; 310: 1165-9.
2- Frankel EN, Kanner J, German JB, Parks E, Kinsella JE. Inhibition of oxidation of human low-density lipoprotein by phenolic substances in red wine. Lancet. 1993;341:454-7.
3- Dani C, Oliboni LS, Vanderlinde R, Pra D, Dias JF, Yoneama ML, Bonatto D, Salvador M, Henriques JA. Antioxidant activity and phenolic and mineral content of rose grape juice. J Med Food. 2009;12:188-92.
4- Penumathsa SV, Maulik N. Resveratrol: a promising agent in promoting cardioprotection against coronary heart disease. Can J Physiol Pharmacol. 2009; 87: 275-286.

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Monday, November 02, 2009

El Anillo

E l A n i l l o

Miércoles Octubre 28, 2 009

E l A n i l l o

Jaime Urdinola M.D.
Asociación Médica de los Andes AK 9 116 20 CS 326 Bogotá D.C. Colombia
Teléfono 571 ⁄ 215 23 00 Ext. 13 80 e-mail: jaimeurdinolamd@gmail.com
blogger: http://www.urdinola.blogspot.com www.urdinolamenopausia2.blogspot.com
Coloquio ⁄ Almuerzo sobre Salud de la Mujer y Menopausia Asociación Médica de los Andes
Sala de Juntas – Miércoles Octubre 28, 2 009


Resumen

NuvaRing® es un novedoso anillo vaginal anticonceptivo que ha llegado recientemente a Colombia.

Es un anticonceptivo hormonal combinado para administración parenteral a intervalos prolongados, por lo cual se espera que mejore la continuidad y el cumplimiento con el tratamiento.

Contiene etonogestrel como gestágeno y etinilestradiol como su estrógeno, liberados en bajas cantidades (120 mcg y 15 mcg /día, respectivamente), desde un anillo blando y transparente, con un diámetro de 54 mm y un grosor de 4 mm .

Las mujeres en otras partes del mundo lo han acogido sin reservas, ya que es fácil de usar.

Los efectos secundarios usuales con los anticonceptivos orales combinados son menores con el anillo, su eficacia anticonceptiva es muy buena y llama la atención, que los niveles séricos hormonales obtenidos son muy bajos, lo cual implica que su impacto metabólico sea reducido. Estas ventajas son ideales tanto en mujeres sanas como en aquellas con sobrepeso o síndrome metabólico.

Introducción
El anillo vaginal anticonceptivo NuvaRing®, desarrollado por Organon compañía que forma parte hoy de Schering Plough Corporation que a su vez se ha fusionado recientemente con Merck Sharp & Dohme, fué aprobado desde 2 001 en los Países Bajos y por la FDA en Estados Unidos, y está disponible desde 2 002 en estos países.

A Colombia acaba de llegar en los últimos meses, como una novedad real y como un método que verdaderamente aumenta las opciones en anticoncepción, ya que se trata de un método para administrar no en forma diaria como los anticonceptivos orales combinados (AOC) sino con intervalos de 4 semanas. Esta característica puede mejorar el cumplimiento y la continuidad de este método anticonceptivo, ya que estas no son mayores al 40 % en los AOC después de 6 meses de uso.

Requisitos universales de la anticoncepción
La anticoncepción debe ser efectiva, fácil de usar, no poseer casi efectos secundarios y ser segura.

La seguridad es un requisito importante para la anticoncepción hormonal, en relación a su impacto metabólico y las consecuencias a largo plazo sobre el sistema cardiovascular. El riesgo cardiovascular está aumentado en mujeres con Síndrome Metabólico, especialmente en estos tiempos de la epidemia global de obesidad, cuya alteración subyacente está representada en la disminución de la sensibilidad a la insulina (SI). Precisamente la SI se disminuye con el uso de los anticonceptivos hormonales que actualmente están en uso, efecto que se puede apreciar en aquellos que contienen levonorgestrel (LNG).

La ruta vaginal para la administración de anticonceptivos, como el caso del anillo vaginal anticonceptivo NuvaRing®, parece ofrecer ventajas farmacocinéticas que se explicaran más adelante.

Aceptación
En contra de lo que se podría suponer, en los estudios realizados hasta la fecha, la mayoría de mujeres manifiestan que el anillo es fácil de insertar y de retirar. La proporción de mujeres que reportan sentir el anillo durante el coito fué apenas del 18 %. Por su parte, el porcentaje de compañeros sexuales que tuvieron la sensación del anillo durante la relación sexual fue del 32%. Sin embargo, 94 % de los compañeros no objetaron el uso del anillo. A su vez, 85 % de las participantes se mostraron satisfechas o muy satisfechas al final del estudio y 90 % e indicaron que recomendarían el anillo a sus conocidas 1-4.

Ventajas del intervalo prolongado para la administración de la dosis anticonceptiva
La mitad de las fallas en la anticoncepción hormonal se deben al uso incorrecto del anticonceptivo. Durante los 2 primeros meses de uso del método, 47 % de las mujeres olvidan tomar una píldora y 22 % olvidan 2 de ellas. El anillo anticonceptivo proporciona una ventaja importante, ya que se debe insertar sólo cada 4 semanas, usándolo 3 semanas y una descansando.

Otra ventaja es que las fluctuaciones hormonales son mucho menores con la vía vaginal, en comparación con la administración de tabletas orales o inclusive frente al parche transdérmico anticonceptivo, así como por ende, una reducida exposición sistémica al etinil estradiol (EE)5. Por lo tanto, la ruta vaginal parece ser la mejor ruta para administrar dosis bajas, constantes y precisas de las hormonas anticonceptivas, lo que da como resultado concentraciones séricas estables y baja exposición al EE.

Comparación con el parche anticonceptivo y eficacia anticonceptiva
En 2 002 salieron al mercado el parche anticonceptivo y el anillo vaginal. En 2 005 la FDA modificó la información para prescribir el parche, ya que los niveles séricos de EE obtenidos con el parche pueden llegar a ser hasta 60 % mayores que los obtenidos con los AOC. Esto podría llevar a que se presenten más efectos secundarios y posibles complicaciones tromboembólicas. Las mujeres que cambiaron de AOC al parche, en comparación con las usuarias del anillo anticonceptivo, experimentaron menstruaciones más prolongadas (38 % vs. 9%), mayor dismenorrea (29% vs. 16%), nauseas frecuentes (8 % vs. 1%), cambios de humor (14% vs. 8%) y frecuentes erupciones cutáneas (12 % vs. 2 %). Las usuarias del anillo vaginal anticonceptivo lo prefirieron frente a los AOC (p<0.001) color="#3366ff">6. Se presentaron 6 embarazos durante 12 109 ciclos estudiados, para un Indice de Pearl de 0.65 (IC= Intervalo de confianza del 95 %, 0.24-1.41). En el estudio internacional sobre el parche 7 se presentaron 15 embarazos durante 22 160 ciclos estudiados, Indice de Pearl de 0.88 (IC 95 %, 0.44-1.33).

Control del ciclo y peso corporal en comparación con los AOC
Los resultados obtenidos después de la observación durante 6 ciclos, indican que la hemorragia por supresión (la obtenida al retirar el método) se presenta en forma igual en ambos grupos. La incidencia de hemorragia irregular en todos los ciclos con NuvaRing® fue <5>8, en comparación con los AOC.

Los cambios de peso observados fueron muy pequeños, en uno de los estudios variaron entre -0.1 a + 0.1 kg 9-10.

NuvaRing® y los lípidos
El colesterol total y el colesterol HDL no cambiaron con el uso del anillo vaginal anticonceptivo, mientras que en el grupo de los AOC los niveles del colesterol HDL, HDL2 y HDL3 disminuyeron. Los niveles de apoliproteína A-1 aumentaron con NuvaRing®, pero disminuyeron con los AOC. En ambos grupos, los nievels de apoliproteína B y los triglicéridos se aumentaron y la lipoproteína (a) disminuyó. Estos cambios reflejan la poca androgenicidad del etonogestrel vs. levonorgestrel y demuestran que NuvaRing tiene mínimos efectos sobre el perfil lipídico 11.

El anillo vaginal anticonceptivo y la sensibilidad a la insulina (SI)
Un estudio clínico prospectivo y aleatorizado utilizando un AOC (EE 30 ó 20 μg y desogestrel [DSG] 150 μg) y NuvaRing® 12 durante 6 meses, analizó la vía de administración oral o vaginal de los anticonceptivos hormonales, para evaluar si la ruta ejerce un efecto similar sobre la SI. La SI disminuyo con los AOC independientemente de la dosis alta o baja del AOC. Pero la SI no disminuyó con el uso del anillo vaginal anticonceptivo. Estos datos indican que en contraste con los AOC, la anticoncepción vaginal no deteriora la SI. De esta forma NuvaRing® representa una opción apropiada para la anticoncepción a largo plazo en mujeres que estén en riesgo para desarrollar diabetes mellitus o síndrome metabólico, conocidos factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular.

Conclusiones
Se puede concluir de acuerdo con los datos obtenidos, que NuvaRing® está caracterizado por:

● Aceptación elevada
● Mejor adherencia al tratamiento, mayor continuidad y cumplimiento
● Sin interferencia de la sexualidad
● Muy eficaz
● Con exposición reducida al etinil estradiol
● Buen control del ciclo
● Reducidos efectos secundarios
● Neutralidad metabólica


Por las razones anteriores NuvaRing® puede ser considerado como :

● Un anticonceptivo de primera línea
● Un anticonceptivo para usar a largo plazo debido a su neutralidad metabólica


Referencias

1- Roumen FJME, Apter D, Mulders TMT, Dieben ThOM. Efficacy, tolerability and acceptability of a novel contraceptive vaginal ring releasing etonogestrel and ethynil oestradiol. Hum Reprod. 2001;16:469-75.
2- Dieben ThOM, Roumen FJME, Apter D. Efficacy, cycle control, and user acceptability of a novel combined contraceptive vaginal ring. Obstet Gynecol. 2002; 100: 585-93.
3- Novák A, de la Loge C, Abetz L, van der Meulen EA. The combined contraceptive vaginal ring, NuvaRing®: an international study of user acceptability. Contraception. 2003; 67:187-194.
4- Novák A, de la Loge C, Abetz L. Development and validation of an acceptability and satisfaction questionnaire for a contraceptive vaginal ring, NuvaRing®. Pharmacoeconomics. 2004; 22:245-256.
5- van den Heuvel MW, van Bragt AJM, Alnabawy AKM, Kaptein MCJ. Comparison of ethynilestradiol pharmacokinetics in three hormonal contraceptive forrulations: the vaginal ring, the transdermal patch and an oral contraceptive. Contraception .2005; 72: 168-174.
6- Creinin MD, Meyn LA, Borgatta L, Barnhart K, Jensen J, Burke AE, Westhoff C, Gilliam M, Dutton C, Ballagh SA. Multicenter comparison of the contraceptive ring and patch. Obstet Gynecol. 2008; 111: 267-77.
7- Zieman M, Guillebaud J, Weisberg E, Shangold GA, Fisher AC, Creasy GW. Contraceptive efficacy and cycle control with the Ortho Evra/Evra transdermal system: the analysis of pooled data. Fertil Steril. 2002;77( Suppl 2):S13-8.
8- Bjarnadóttir RI, Tuppurainem M, Killick SR. Comparison of cycle control with a combined contraceptive vaginal ring and oral levonorgestrel/ethynil estradiol. Am J Obstet Gynecol. 2002; 186: 389-95.
9- Merki-Feld GS, Hund M. Clinical experience with NuvaRing® in daily practice in Switzerland: Cycle control and acceptability among women of all reproductive ages. Eur J Contracept Reprod Health Care. 2007;12:240-7.
10- Milsom I, Lete I, Bjertnaes A, Rokstad K, Lindh I, Gruber CJ, Birkhäuser MH, Aubeny E, Knudsen T, Bastianelli C. Effects of cycle control and bodyweight of the combined contraceptive ring, NuvaRing, versus an oral contraceptive containing 30 μg ethynil estradiol and 3 mg drospirenone. Hum Reprod. 2006; 21: 2304-11.
11- Tuppurainen M, Klimscheffskij R, Venhola M, Dieben ThOM. The combined contraceptive vaginal ring (NuvaRing®) and lipid metabolism: a comparative study. Contraception. 2004; 69: 389-94.
12- Cagnacci A, Ferrari S, Tirelli A, Zanin R, Volpe A. Route of administration of contraceptives containing desogestrel/etonorgestrel and insulin sensitivity: a prospective randomized study. Contraception. 2009;80:34-9.

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Monday, August 24, 2009

Terapia Hormonal en la Menopausia: Preocupaciones Reales y Falsas Alarmas - Segunda Parte: Cardiovascular

Terapia Hormonal en la Menopausia: Preocupaciones Reales y Falsas Alarmas

Miércoles Agosto 26, 2 009
Terapia Hormonal en la Menopausia: Preocupaciones Reales y Falsas Alarmas - Segunda Parte: Cardiovascular

Jaime Urdinola M.D.
Asociación Médica de los Andes - AK 9 116 20 CS 326 - Bogotá D.C. Colombia
Teléfono 571 ⁄ 215 23 00 Ext. 13 80
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Coloquio ⁄ Almuerzo sobre Salud de la Mujer y Menopausia - Asociación Médica de los Andes - Sala de Juntas –Primer Piso
Miércoles Agosto 26, 2 009




Resumen
Desde 2 002 a 2 008 los informes del estudio WHI (Women’s Health Initiative = Iniciativa de la Salud Femenina) afirmaron que la Terapia Hormonal de la Menopausia (TH) aumentaba significativamente los riesgos para el desarrollo de cáncer de seno, eventos cardíacos, enfermedad de Alzheimer y accidente cerebrovascular. Estas afirmaciones alarmaron al público así como a los profesionales de la salud, causando inmediatamente una pronunciada disminución en el número de mujeres a quienes se les prescribe o toman TH.
Sin embargo, los datos actuales publicados en los artículos sobre el WHI muestran que los hallazgos informados en los comunicados de prensa y en las entrevistas a los investigadores principales, fueron frecuentemente distorsionados, sobresimplificados o están equivocados.
Esta segunda parte de la revisión examina los hallazgos sobre la parte de la enfermedad cardiovascular, la mayoría de los cuales son débiles o estadísticamente no significativos. Sobre estos complicados asuntos, por lo tanto, los médicos y el público deben ser muy cautelosos en la aceptación de los " hallazgos de los comunicados de prensa”, para determinar por su parte, los médicos si prescriben o las pacientes si toman la TH formulada. (Cancer J. 2009; 15:93-104)
1


Introducción
La Enfermedad Cardiovascular (ECV) y especialmente la Enfermedad Coronaria (EC) son las principales causas de muerte en la mujer, no sólo en los países desarrollados sino también en Colombia.
Según datos del DANE ( Departamento Administrativo Nacional de Estadística) 2,
en el año 2 005 la tasa de mortalidad en mujeres mayores de 50 años por enfermedades cerebrovasculares fué de 50.7 por 1 000 mujeres y de 67.1 por 1 000 mujeres la tasa de la enfermedad isquémica del corazón.
Del total de 75 891 muertes que se presentaron ese año en mujeres, 25 441 = 33.5 % fueron causadas por ECV.
Si se hace la comparación con las muertes por Cáncer de seno, una mujer tiene en Colombia casi 14 veces más probabilidad de morir por ECV que por el Cáncer de seno. En Estados Unidos la misma proporción es de 5 a 1.

Por lo tanto, es crucial entender el papel de la TH en el posible desarrollo y progreso de la ECV así como de la protección que podría proporcionar la TH contra esta entidad.

Recomendaciones de Sociedades Científicas de EE.UU. sobre la TH

● 1992 - American College of Obstetricians and Gynecologists - Probable efecto benéfico del estrógeno sobre la Enfermedad Cardíaca”
● 1992 - American College of Physicians - “Las mujeres con Enfermedad Cardíaca Coronaria o quienes tienen riesgo aumentado para la misma, podrían beneficiarse de la Terapia Hormonal”
● 1996 - American Heart Association - “La terapia con estrógenos parece prometedora como protección a largo plazo contra un ataque cardíaco”

Estas recomendaciones se basaron en diversas publicaciones de los años ochenta, sobre el beneficio cardiovascular obtenido al tomar la TH, informando que la reducción de la EC con terapia estrogénica (TE) podía ser del 30 %, dato consistente en el 90 % de los estudios de cohorte, 63 % de los estudios de casos y controles y en el único estudio aleatorizado y doble enmascarado realizado hasta la fecha 3.
En 1991 un editorial del New England Journal of Medicine informó que el consenso de los estudios epidemiológicos sobre la reducción era del 40-50 %, frente a las mujeres que no recibían la TH. En 2 000 el Estudio de las Enfermeras informó que la TH disminuía el desarrollo primario de la ECV primaria en cerca del 40 %.

Se debe anotar no obstante, que a pesar de la evidencia plausible obtenida de los estudios observacionales en ese momento sobre el beneficio cardiovascular, nunca se aprobó esta indicación por parte de ninguna de las autoridades regulatorias del globo.

Y a pesar de estos datos, el gran estudio aleatorizado HERS4 encontró un aumento estadísticamente significativo de eventos cardíacos, en mujeres con EC conocida y que habían recibido TH, pero sólo durante el primer año de uso4 (“efecto de la trombofilia” ?).

En 2 002 el estudio WHI9 informó que las mujeres que tomaban la TH combinada, pero no las mujeres con TE, presentaron un aumento ligero en el riesgo relativo de “eventos cardíacos” (EC que incluyó infarto agudo del miocardio que requirió hospitalización o infarto miocárdico silente), muerte por ECV, angina o indicaciones para la cirugía de revascularización. Pero como en el caso del estudio HERS, este aumento en el riesgo ocurrió sólo entre mujeres durante el primer año de la toma de la TH combinada.
En 2 007 los investigadores del WHI revisaron sus hallazgos de 2 002, concluyendo que las mujeres que inician la TH durante los primeros 10 años que siguen a la menopausia reducían su riesgo de EC, mientras que las que inician la TH después de este período incrementan ligeramente su riesgo 5.
El Estudio -observacional - de las Enfermeras 6 llegó a las mismas conclusiones.

Estos datos apoyaron la Teoría de la Oportunidad para la Iniciación de la TH 7, aunque en Julio de este año 2 009 un nuevo análisis del estudio WHI parece desvirtuarla 8, lo que podría ser discutido más a fondo en otro Coloquio. Los estudios KEEPS y ELITE, actualmente en marcha, intentan comprobar la teoría.

Porqué la TH aumenta el riesgo cardiovascular sólo durante el primer año y sólo entre mujeres ancianas ?
Se sabe de datos obtenidos en primates, que el estrógeno administrado en forma continua mantiene saludables los vasos sanguíneos. También conocemos, que la TE después de un intervalo libre de hormonas no revierte el daño vascular. Los estudios HERS y Estrogen Prevention of Atherosclerosis Trial and Estrogen Replacement son consistentes con los datos obtenidos de animales.
Una de las explicaciones es que entre las mujeres sin ECV, la TH reduce la oxidación del colesterol LDL y produce dilatación en los vasos sanguíneos, inhibiendo de esta manera la aterosclerosis. Sin embargo, en las mujeres con ECV, la TH puede ser potencialmente dañina, causando que la placa aterosclerótica estable se rompa por la inflamación inducida y a su vez que haya hemorragia dentro de la placa, llevando ambos fenómenos a un bloqueo crítico de la arteria coronaria afectada.

Este análisis podría explicar porqué los estudios que han enrolado mujeres de edad más joven, como el Estudio de las Enfermeras, encuentran que la TH proporciona un efecto protector, ya que estas mujeres probablemente tienen menos placas ateroscleróticas arteriales.
Pero en el estudio WHI sólo 10 % de las mujeres se encontraban entre los 50 a 54 años de edad, edad en la cual probablemente la TH puede tener un papel benéfico. 70 % de las mujeres estaban entre los 60 a 79 años de edad, rango en el cual se espera encontrar placas previamente formadas 9. Aunque la TH a esta última edad pueda ser efectiva reduciendo el colesterol total, el colesterol LDL y la glucosa así como en elevar los niveles de colesterol HDL, estos beneficios no dan como resultado una reducción en la incidencia de ECV en la mujer anciana, lo que es consistente teniendo en cuenta la aterosclerosis preexistente en esta población.
En el WHI es probable que la aterosclerosis estuviera presente en su población, ya que además de la edad promedio de 63 años, 70 % de las mujeres presentaban sobrepeso y la mitad de ellas era obesa. Cerca del 50% eran o habían sido fumadoras y más del 35 % estaban en tratamiento por hipertensión arterial. Mujeres con estos factores de riesgo no fueron excluídas del análisis de la TH y los eventos cardiovasculares, a pesar que los investigadores del WHI habían establecido que todas las mujeres que habían reclutado eran saludables, un prerrequisito para la participación en este supuesto estudio de prevención primaria. Sin embargo, es difícil reconciliar estas afirmaciones con las historias clínicas de este gran número de mujeres 10.

A qué conclusiones se puede llegar ?

- La TH puede tener efectos benéficos sobre el corazón de las mujeres que comienzan a tomar la TH temprano después de la menopausia (cerca de los 50 años de edad), ya que el estrógeno promueve vasos sanguíneos saludables y puede ayudar en demorar la formación de la placa aterosclerótica
- La TH probablemente no tiene efecto protector en mujeres que comienzan el uso de la TH más tarde, durante la década de sus años 60
- La TH es potencialmente riesgosa para mujeres que la inician durante la década de sus años 60, por lo menos durante el primer año de uso, especialmente si presentan EC preexistente

Finalmente, se puede compartir la opinión de la mayoría de los cardiólogos, de que no hay razón para prevenir la ECV únicamente mediante la TH, ya que existen otras formas de reducir el riesgo cardiovascular.

Pero algo puede quedar claro. Que es tiempo de cesar de citar las llamadas preocupaciones sobre seguridad acerca de la TH, con base en la publicación del 2 002 del estudio WHI 9, ya que sus hallazgos han sido suplantados y sus conclusiones ya han sido reinterpretadas.



Referencias

1- Bluming AZ, Tavris C. Hormone Replacement Therapy: Real Concerns and False Alarms. Cancer J. 2009; 15: 93-104.
2- DANE: Cuadro de Defunciones por Grupos de Edad y Sexo Según Lista de Causas Agrupadas - Preliminar 2005 – 6187 CIE-10.
3- Barrett-Connor E, Bush TL. Estrogen replacement and coronary heart disease. Cardiovasc Clin. 1989; 19:159-172.
4- Hulley S, Grady D, Bush T, et al. Randomized trial of estrogen plus progestin for secondary prevention of coronary heart disease in postmenopausal women. Heart and Estrogen/progestin Replacement Study (HERS) Research Group. JAMA. 1998; 280: 605-613.
5- Rossouw JE, Prentice RL, Manson JE, et al. Postmenopausal hormone therapy and risk of cardiovascular disease by age and years since menopause. JAMA. 2007; 297: 1465 – 1477.
6- Grodstein F, Manson JE, Stampfer MJ. Hormone therapy and coronary heart disease: the role of time since menoapuse and aged at hormone initiation. J Womens Health. 2006; 15: 35 – 44.
7- Barrett-Connor E. Hormones and Heart Disease in Women: The Timing Hypothesis. Am J Epidemiol. 2007; 166: 506-510.
8- Prentice RL, Manson JE, Langer RD, et al. Benefits and risks of postmenopausal hormone therapy when it is initiated son after menopause. Am J Epidemiol. 2009;170:12–23.
9- Rossouw JE, Anderson GL, Prentice RL, et al. Writing Group for the Women’s Health Initiative investigators. Risks and benefits os estrogen plus progestin in healthy postmenopausal women: principal results from the Women’s Helath initiative Randomized Controlled Trial. JAMA. 2002; 288: 321 – 333.
10- Bhavnani BR, Strickler RC. Menopausal hormone therapy. J Obstet Gynaecol Can. 2005; 27: 137 – 162.

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Monday, July 27, 2009

Terapia Hormonal en la Menopausia: Preocupaciones Reales y Falsas Alarmas


Terapia Hormonal en la Menopausia: Preocupaciones Reales y Falsas Alarmas
Miércoles Julio 29, 2 009
Terapia Hormonal en la Menopausia: Preocupaciones Reales y Falsas Alarmas-Primera Parte: Cáncer de Seno

Jaime Urdinola M.D.
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Coloquio ⁄ Almuerzo sobre Salud de la Mujer y Menopausia Asociación Médica de los Andes

Primer Piso - Sala de Juntas – Miércoles Julio 29, 2 009






Resumen
Desde 2 002 a 2 008 los informes del estudio WHI (Women’s Health Initiative = Iniciativa de la Salud Femenina) afirmaron que la Terapia Hormonal de la Menopausia (TH) aumentaba significativamente los riesgos para el desarrollo de cáncer de seno, eventos cardíacos, enfermedad de Alzheimer y accidente cerebrovascular. Estas afirmaciones alarmaron al público así como a los profesionales de la salud, causando inmediatamente una pronunciada disminución en el número de mujeres a quienes se les prescribe o toman TH.
Sin embargo, los datos actuales publicados en los artículos sobre el WHI muestran que los hallazgos informados en los comunicados de prensa y en las entrevistas a los investigadores principales, fueron frecuentemente distorsionados, sobresimplificados o están equivocados.
Esta revisión examina los hallazgos sobre cáncer de seno en esta primera parte, la mayoría de los cuales son débiles o estadísticamente no significativos. Sobre estos complicados asuntos, los médicos y el público deben ser muy cautelosos en la aceptación de los " hallazgos de los comunicados de prensa”, para determinar por su parte si prescriben o toman la TH. (Cancer J. 2009; 15:93-104)1


Introducción
La mayoría de mujeres en EE.UU. o en Colombia no toman ninguna forma de TH después de la menopausia y aquellas que lo hacen, no la toman más allá de 5 años 2. Sólo una minoría de mujeres toma la TH durante el resto de su vida.

Como es conocido, la TH es muy efectiva para aliviar los síntomas menopáusicos más comunes, como oleadas de calor, sudoración nocturna, labilidad emocional, palpitaciones, insomnio, aumento en la frecuencia e incomodidad al orinar y coito doloroso. A algunas mujeres que se encuentran en alto riesgo para osteoporosis también se les prescribe TH, ya que los estrógenos disminuyen la incidencia de fractura osteoporótica de cadera en 25 a 50 %. Como actualmente existen medicamentos alternativos –bisfosfonatos como alendronato, risedronato e ibandronato- que ofrecen un beneficio protector similar, la mayoría de los médicos no están recomendando el uso de hormonas para prevenir la fractura de cadera, aunque los primeros puedan tener efectos adversos, como irritación gástrica y esofágica y en casos raros osteonecrosis de la mandíbula.

Durante décadas se ha debatido acerca de los riesgos y beneficios de los estrógenos, combinados con o sin gestágeno. Desde los años 50 y 60 del siglo pasado, cuando en ese momentos los Laboratorios Ayerst comenzaron a mercadear agresivamente su preparación de estrógenos, Premarin, las hormonas suplementarias o como se denominaron de “reemplazo” fueron presentadas como una panacea, que en las palabras seductoras del ginecólogo de Nueva York, Robert Wilson, mantendrían a las mujeres “femeninas para siempre”. Ya desde los años 80 varios críticos argüían que este tipo de tratamiento eran un riesgo serio e innecesario para la salud de las mujeres. La preocupación más grande de estos críticos era el cáncer de seno, una enfermedad muy temida por las mujeres así la enfermedad cardíaca cause más muertes que las que produce el cáncer de seno.

En Julio 2 002, la primera publicación con los hallazgos del estudio WHI anunció con fanfarrias y gruesos titulares en los medios de comunicación, que los daños de la TH no sólo incluían al cáncer de seno sino también la enfermedad cardiaca y el accidente cerebrovascular 3. Las noticias fueron alarmantes, ya que este estudio fué prospectivo, aleatorizado en el que las mujeres tomaron hormonas o placebo, el más grande realizado hasta la fecha y con un considerable tiempo de seguimiento. Su costo se aproxima hoy al billón de dólares. Como consecuencia de las afirmaciones iniciales, no debe sorprender que la atención generada a nivel mundial haya llevado a que la tasa de prescripción para la TH haya caído más allá del 50 %.


Un estudio previo, prospectivo, aleatorizado y doble enmascarado no encontró ningún riesgo para cáncer de seno en mujeres aún hasta después de 22 años que tomaron la TH 4, pero esta investigación nunca llegó a los titulares de los medios de comunicación.

Extracción de datos, reportando el riesgo y otros problemas en investigación
Se les debe negar la TH a corto o a largo plazo a las mujeres que presentan síntomas menopáusicos, porque ellas sienten miedo del cáncer de seno, de la enfermedad cardíaca o del accidente cerebrovascular? Sus preocupaciones están justificadas con los datos disponibles ?
Si se analizan de forma cercana los hallazgos publicados en los artículos sobre el WHI y se los coloca en el contexto de la investigación sobre TH a lo largo de las décadas pasadas, hay grandes sorpresas por las enormes discrepancias encontradas entre la creencia que las hormonas son peligrosas y la falta de datos que soporten estas creencias.

La ciencia es un proceso y por lo tanto, un simple y único estudio no proporciona una respuesta definitiva. Dos errores estadísticos han contribuído a que la investigación sobre TH sea confusa; uno tiene que ver con la manera como se informa sobre los riesgos; el otro, con la “extracción” inapropiada de datos, es decir, cuando los investigadores buscan algo o cualquier cosa alrededor de sus hallazgos, que pueda llegar a ser considerado como un factor de riesgo significativo.

Existen diferencias entre riesgo absoluto y riesgo relativo. Los medios de comunicación así como los investigadores tienden a informar los riesgos relativos, los que se expresan en porcentajes que pueden parecer más importantes de lo que son. No es el mismo 300 %, el aumento que se presenta cuando se pasa de la incidencia de 1 en 10 000 mujeres a 3 en 10 000 mujeres; significa 300 % de aumento, pero es muy probable que sea un artefacto por azar.
Pero si el riesgo se desprende que de 100 se pasó a 300 casos en 10 000, podremos estar razonablemente preocupados. En los estudios epidemiológicos grandes, los cuales generalmente incluyen decenas de miles de personas, es posible encontrar una pequeña relación que puede ser considerada “significativa” estadísticamente, pero que en términos prácticos significa poco o nada, de acuerdo con los bajos números absolutos. La recomendación de diferentes proyectos de consenso sobre la manera como se deben informar los hallazgos de los estudios clínicos, es que se deben proporcionar los números absolutos y no sólo los cambios porcentuales.

Factores de Riesgo Asociados con Cáncer de Seno
Factor de Riesgo Riesgo 95 % Intervalo Referencia
Relativo de Confianza(IC)*
- Estrógenos equinos
Conjugados 0.77- 0.59 – 1.01 5
- Consumo de pescado 1.14- 1.03 – 1.26 6
- Premarin / Gestágeno 1.24- 1.01 – 1.54 3
- Premarin / Gestágeno 1.26- 1.00 – 1.59 7
- Consumo papas fritas-Una
porción adicional/semana 1.27- 1.12 – 1.44 8
- Jugo de toronja 1.3- 1.06 – 1.58 9
- Trabajo nocturno 1.51- 1.36 – 1.68 10
- Azafata (Finlandia) 1.87- 1.15 – 2.23 11
- Hambruna holandesa 2.01- 0.92 – 4.41 12
- Uso antibióticos 2.07- 1.48 – 2.89 13
- Azafata (Islandia) 4.1- 1.70 – 8.50 14
- Uso cobija eléctrica 4.9- 1.50 – 15.6 15
- Tabaquismo / Ca pulmón 26.07- 6.58 – 103.3 16

Como se aprecia en la tabla anterior, muchos de los estudios sobre TH y riesgo de cáncer de seno han producido realmente resultados dudosos o estadísticamente modestos, a los cuales se ha tratado de dar la apariencia de imponentes al informarlos como riesgos relativos. A primera vista se puede ver la debilidad de estas asociaciones si se comparan con el hallazgo real de la asociación al final de la tabla, del cigarrillo con el cáncer de pulmón. En todo caso los riesgos relativos son bajos, siendo virtualmente el de la TH el más bajo, en comparación con el consumo de pescado o de jugo de toronja, el uso de antibióticos o el hecho de ser una azafata.


La extracción de datos de una investigación, por su parte, puede llevar al sesgo, de que cuando no se encuentran las asociaciones significativas que originaron la hipótesis del estudio entre un posible factor de riesgo y la enfermedad o el problema, se regresa a los datos, “hurgándolos”, buscando otros factores que puedan establecer una conexión estadística con la variable dependiente en cuestión. Este esfuerzo puede dar como resultado preguntas interesantes o hipótesis para futuras investigaciones, pero el problema es que en el conjunto de datos de miles de personas se podría encontrar alguna relación descubierta de manera retrospectiva, la cual puede llegar a ser significativa sólo por azar. El contraste es que a pesar de numerosas investigaciones, la relación entre la TH y el cáncer de seno aun no es clara.

Existe una conexión entre la TH y el cáncer de seno ?
En el comunicado de prensa de los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU. del 9 de Julio de 2 002, se informó que se había interrumpido un estudio clínico muy importante (el del WHI) por el riesgo relativo (RR) aumentado (1.26) para cáncer de seno, en mujeres sanas que habían recibido una combinación de estrógeno con progesterona en comparación con mujeres a quienes al azar se les había asignado placebo. Lo que pocos notaron fué esta frase en la publicación “ el 26 % de aumento en la incidencia de cáncer de seno entre el grupo con TH comparado con el grupo placebo casi alcanzó significancia estadística nominal”. Pero la palabra “casi” significa que no se alcanzó la significancia estadística. Tampoco se presentó un aumento notorio en los casos de cáncer de seno no invasivo, que precede al cáncer de tipo invasivo. No hubo, sin embargo, diferencia entre los 2 grupos en la incidencia de este tipo de cáncer temprano como tampoco en los casos de muerte por cáncer de seno. En términos absolutos, esto significaría que la TH aumentó el riesgo de 5 mujeres en 100 a 6 en 100.


En 2 003 el WHI publicó un seguimiento del informe de 2 002 17, confirmando que el uso de la combinación de estrógeno con progesterona aumentaba el riesgo de cáncer de seno invasivo de manera significativa durante un periodo de 5 años. El RR informado fue de 1.24, más bajo que el hallazgo de 1.26 en 2 002 y que “apenas” alcanzaba significancia estadística.


En 2 006 en otra actualización de la misma cohorte de pacientes18, el WHI no informo de riesgo aumentado para cáncer de seno en mujeres aleatorizadas al tratamiento combinado. El riesgo relativo significativo había desaparecido. Esta noticia no llegó a los titulares de prensa.


Como tampoco el Estudio de las Enfermeras encontró riesgo aumentado para cáncer de seno entre las mujeres que tomaban TH19, los investigadores compararon mujeres que habían usado TH anteriormente con mujeres que nunca la habían tomado. No se encontró riesgo aumentado para cáncer de seno, aún entre aquellas que habían tomado TH durante más de 10 años, comparadas con las que nunca fueron usuarias. Entonces ellos subestratificaron de nuevo la muestra en a) usuarias actuales y b) mujeres que habían utilizado la TH en el pasado y la habían suspendido. De esta forma los investigadores encontraron un riesgo aumentado para cáncer de seno, pero sólo en aquellas que se encontraban tomando TH combinada o sólo con estrógenos durante por lo menos 5 años. Pero cuál es la explicación para que el riesgo se encuentre aumentado en el grupo de mujeres que han tomado la TH durante 5 años pero no en aquellas que la han tomado durante más de 10 años ?

En contraste, si la TH significa un factor de riesgo lo será también para mujeres con la mutación genética BRCA1 y BRCA2, la cual las predispone a desarrollar la enfermedad. Si se les hace oforectomía, el riesgo para desarrollar cáncer de seno disminuye a la mitad. Pero la cirugía induce la menopausia y algunas mujeres toman TH para aliviar los síntomas menopáusicos, lo que evoca preguntas como se encuentran en peligro? Tomar estrógenos negará el beneficio de la cirugía? El estudio20de 236 pacientes con cáncer de seno y 236 controles que eran todas portadoras de BRCA1 (no hubo mujeres con BRCA2 que pudieran ser incluídas), no encontró riesgo aumentado entre las mujeres que tomaban las hormonas, ya sea que hubieran presentado menopausia natural según la edad o quirúrgica. Parece una contradicción, ya que si la disminución de los estrógenos al practicar la oforectomia es la razón para la disminución del riesgo para cáncer de seno en las portadores de BRCA1, sería irracional administrar estrógenos sumplementarios para el alivio de los síntomas.

El Estrógeno sí causa cáncer ?
La hipótesis acerca de que las hormonas están relacionadas con el cáncer de seno se deriva de dos hechos bien documentados: la incidencia de cáncer de seno es 100 veces mayor en mujeres que en hombres, así como la presentación más temprana de la menarquía y la más tardía de la menopausia, mayor el riesgo de la mujer para cáncer de seno.


Estas observaciones sugerían razonablemente, que posiblemente el estrógeno sería el culpable, al circular durante más años. En el proceso científico, el primer paso es el de establecer una asociación confiable, la cual de acuerdo con los datos anteriores se ha tornado muy débil o no existente. El segundo paso es el de demostrar un mecanismo responsable del fenómeno, lo cual en el caso del cáncer de seno es contradictorio de acuerdo con las siguientes líneas de evidencia:


- Las píldoras anticonceptivas contienen mas estrógenos que las de la TH. Por lo tanto, deberían incrementar el riesgo para cáncer de seno. Aunque la controversia continúa, la mayoría de estudios en este campo no encuentran un riesgo aumentado21.

- Las mujeres que sólo toman estrógenos deberían tener un mayor riesgo para cáncer de seno, pero no lo tienen. Así lo comprobó el estudio WHI, después de un seguimiento promedio de 6.8 años22.


- La incidencia del cáncer de seno aumenta en la medida que la mujer envejece. Si tomar estrógenos fuera parte de la razón, la tasa de cáncer de seno de las mujeres que no toman TH debería disminuir con la edad, en concordancia con la declinación natural de los niveles de estrógenos, pero esto no ocurre así.


- Los estrógenos no actúan directamente como carcinógenos sobre las células mamarias. Pero los estrógenos pueden inducir la proliferación celular. Los investigadores del WHI han modificado su hipótesis, afirmando que los agentes que inducen mutaciones se encuentran alrededor de nosotros y que en la medida que la tasa de proliferación celular es alta, es mayor la probabilidad para que una célula se exponga al agente mutágeno y se malignice. Las células endometriales que son muy sensibles a los estrógenos explican porque las mujeres que sólo toman estrógenos tienen un riesgo 5 a 6 veces mayor para un cáncer endometrial, pero no presentan un riesgo mayor para cáncer de seno. La estimulación prolongada por parte de los estrógenos en el caso de menarquía temprana y menopausia tardía debería predisponer a cáncer endometrial, lo que no apreciamos23.

Como se puede inferir de lo expuesto, la relación entre la TH y el cáncer de seno aún no se ha aclarado a pesar de la vasta cantidad de investigación que se ha realizado24.




Referencias
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4- Nachtigall MJ, Smilen SW, Nachtigall RD, et al. Incidence of breast cancer in a 22-year study of women receiving estrogen-progestin replacement therapy. Obstet Gynecol. 1992;80: 827– 830.
5- The Women’s Health Initiative Steering Committee. Effects of conjugated equine estrogen in postmenopausal women with hysterectomy: the Women’s Health Initiative Randomized Controlled Trial. JAMA. 2004; 291:1701–1712.
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8- Michels KB, Rosner BA, Chumlea WC, et al. Preschool diet and adult risk of breast cancer. Int J Cancer. 2006; 118:749 –754.
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10- Megdal SP, Kroenke CH, Laden F, et al. Night work and breast cancer risk:a systemic review and meta-analysis. Eur J Cancer. 2005; 41:2023–2032.
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13- Velicer CM, Heckbert SR, Lampe JW, et al. Antibiotic use in relation to the risk of breast cancer. JAMA. 2004; 291:827– 835.
14- Rafnsson V, Tulinius H, Jo´nasson JG, et al. Risk of breast cancer in female flight attendants: a population-based study (Iceland). Cancer Causes Control. 2001;12:95–101.
15- Kangmin Z, Hunter S, Payne-Wiks K, et al. Use of electric bedding devices and risk of breast cancer in African-American women. Am J Epidemiol. 2003; 158:798–806.
16- Sasco AJ, Merrill RM, Dari I, et al. A case-control study of lung cancer in Casablanca, Morocco. Cancer Causes Control. 2002; 13:609–616.
17- Chlebowski RT, Hendrix SL, Langer RD, Stefanick ML, Gass M, Lane D, Rodabough RJ, Gilligan MA, Cyr MG, Thomson CA, Khandekar J, Petrovitch H, McTiernan A; WHI Investigators. Influence of estrogen plus progestin on breast cancer and mammography in healthy postmenopausal women: the Women's Health Initiative Randomized Trial. JAMA. 2003. 25; 289:3243-53.
18- Anderson GL, Chlebowski RT, Rossouw JE, Rodabough RJ, McTiernan A, Margolis KL, Aggerwal A, David Curb J, Hendrix SL, Allan Hubbell F, Khandekar J, Lane DS, Lasser N, Lopez AM, Potter J, Ritenbaugh C. Prior hormone therapy and breast cancer risk in the Women's Health Initiative randomized trial of estrogen plus progestin. Maturitas. 2006. 20;55:103-15.
19- Colditz GA, Hankinson SE, Hunter DJ, Willett WC, Manson JE, Stampfer MJ, Hennekens C, Rosner B, Speizer FE. The use of estrogens and progestins and the risk of breast cancer in postmenopausal women. N Engl J Med. 1995;332:1589-93.
20- Eisen A, Lubinski J, Gronwald J, Moller P, Lynch HT, Klijn J, Kim-Sing C, Neuhausen SL, Gilbert L, Ghadirian P, Manoukian S, Rennert G, Friedman E, Isaacs C, Rosen E, Rosen B, Daly M, Sun P, Narod SA; Hereditary Breast Cancer Clinical Study Group. Hormone therapy and the risk of breast cancer in BRCA1 mutation carriers. J Natl Cancer Inst. 2008; 100:1361-7.
21- Casey PM, Cerhan JR, Pruthi S. Oral contraceptive use and risk of breast cancer. Mayo Clin Proc. 2008;83: 86-90.
22- Stefanick ML, Anderson GL, Margolis KL, Hendrix SL, Rodabough RJ, Paskett ED, Lane DS, Hubbell FA, Assaf AR, Sarto GE, Schenken RS, Yasmeen S, Lessin L, Chlebowski RT; WHI Investigators Effects of conjugated equine estrogens on breast cancer and mammography screening in postmenopausal women with hysterectomy. JAMA. 2006;295:1647-57.
23- Thomas DB. Do hormones cause breast cáncer? Cancer.1984; 53: 595-604.
24- Espié M, Daures JP, Chevallier T, Mares P, Micheletti MC, De Reilhac P. Breast cancer incidence and hormone replacement therapy: results from the MISSION study, prospective phase. Gynecol Endocrinol. 2007;23:391-7.


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Tuesday, April 28, 2009

El Estudio VIBE

El Estudio VIBE: Primera comparacion "cabeza a cabeza" sobre riesgo de fractura, en mujeres tratadas con Ibandronato mensual oral [Bonviva (R)] o bisfosfonatos semanales

Miércoles Abril 30, 2 009

El Estudio VIBE: Primera comparacion "cabeza a cabeza" sobre riesgo de fractura, en mujeres tratadas con Ibandronato mensual oral [Bonviva (R)] o bisfosfonatos semanales

Jaime Urdinola M.D.
Asociación Médica de los Andes AK 9 116 20 CS 326 Bogotá D.C. Colombia
Teléfono 571 ⁄ 215 23 00 e-mail: jaimeurdinolamd@gmail.com
blogger: http://www.urdinola.blogspot.com/ www.urdinolamenopausia2.blogspot.com
Coloquio ⁄ Almuerzo sobre Salud de la Mujer y MenopausiaAsociación Médica de los Andes
Sala de Juntas - Miércoles Abril 30, 2 009




El estudio VIBE 1 es importante y de actualidad, ya que es el primero que establece una comparación ”cabeza a cabeza” entre las tasas de fractura con Ibandronato mensual y bisfosfonatos semanales, administrados en forma oral. Este es un estudio grande con mujeres de o mayores de 45aňos de edad, a quienes se les administró por primera vez Ibandronato mensual o bisfosfonatos semanales – alendronato o risedronato - en forma oral, que no presentaran ningún tipo de malignidad o enfermedad de Paget del hueso.

El análisis primario incluyó pacientes que tuvieran adherencia al tratamiento durante los primeros 90 días después de la fecha índice. Los riesgos de fractura de cadera, no vertebral, vertebral y cualquier fractura clínica se compararon utilizando los modelos de riesgo proporcionales de Cox y ajustados para factores que potencialmente pudieran inducir a confusión.

Un análisis secundario de “intención de tratamiento incluyó todos los pacientes que recibieron por lo menos una prescripción de bisfosfonatos.

Los análisis de sensibilidad basados en el análisis primario, compararon las pacientes que habían recibido Ibandronato con las pacientes que habían recibido en forma semanal alendronato o risedronato en forma separada y exploraron el efecto de excluir pacientes con factores que potencialmente pudieran inducir a confusión en el análisis. Análisis posteriores de sensibilidad variaron el requerimiento de la adherencia durante los primeros 90 días después de la fecha índice.

El análisis primario de la población incluyó 7 345 pacientes con Ibandronato mensual y 56 837 con bisfosfonato semanal. Las tasas de fractura después de 12 meses del período de observación fueron < 2% y el riesgo de fractura no fué significativamente diferente entre pacientes que recibieron Ibandronato mensual o bisfosfonatos semanales, para fractura de cadera, fractura no vertebral o cualquier tipo de fractura clínica (riesgo relativo ajustado: cadera= 1.06, p=0.84; no vertebral=0.88, p=0.255; cualquier fractura clínica=0.82, p= 0.052).

Pero las pacientes que recibieron Ibandronato tuvieron un riesgo significativamente más bajo de fractura vertebral que aquellas que recibieron bisfosfonatos semanales (riesgo relativo ajustado: 0.36, intervalo de confianza del 95% 0.18-0.75,p=0.006).

En el análisis secundario de “intención de tratamiento”, los riesgos relativos de fractrura no fueron significativamente diferentes entre los grupos de tratamiento para cualquier tipo de fractura. Los resultados de los análisis de sensibilidad fueron generalmente consistentes con el análisis primario.

Este estudio retrospectivo de cohorte encontró que las pacientes tratadas con Ibandronato mensual o con bisfosfonatos – alendronato, risedronato - semanales en forma oral, tuvieron un riesgo similar y reducido de fractura de cadera, fractura no vertebral y de cualquier tipo de fractura clínica.

Pero las pacientes con Ibandronato tuvieron un riesgo relativo significativamente más bajo de fractura vertebral, que las pacientes que recibieron bisfosfonatos semanales. Las implicaciones clínicas de estos hallazgos requieren posterior exploración y validación.

En sus comienzos los bisfosfonatos fueron mercadeados para administración diaria y su eficacia en la reducción de fracturas vertebrales y no vertebrales fué evaluada en ensayos clínicos. La eficacia y la aprobación regulatoria de nuevos regímenes de dosis (semanal, mensual o trimestral), comprobando su eficacia antifractura, se estableció sobre la base de los cambios en la densidad mineral ósea (DMO) comparados con aquellos vistos con la dosis diaria.

Pero hasta la fecha no se había realizado un estudio “cabeza a cabeza” entre los bisfosfonatos administrados en dosis diaria o con los nuevos regímenes de dosis extendida. La dosis oral mensual de Ibandronato de 150 mg proporciona aprox. el doble de la dosis anual acumulativa que la formulación oral diaria de 2.5 mg. La eficacia de esta dosis ya se examinó en el estudio MOBILE 2, asi como en el metaanálisis que comparó la dosis mensual de 150 mg con las dosis trimestrales de 2 y 3 mg IV, el cual demostró la reducción significativa de fracturas no vertebrales comparada con placebo 3.

No se habían realizado estudios “cabeza a cabeza” comparando la eficacia antifractura mencionada, teniendo en cuenta el gran tamaño necesario de la muestra para detectar diferencias fidedignas en el riesgo de fractura y en los altos costos asociados. Por esta razón se utilizan bases de datos para el análisis, que puedan permitir tamaños de muestra suficientes para la comparación de dosis mercadeadas en la práctica clínica corriente. Pero como no se trata de estudios aleatorizados, es posible que los grupos de estudio sean diferentes en el análisis de las bases de datos. Para obviar el impacto de estas diferencias, se utiliza el ajuste estadístico para reducirlas, aunque los factores que potencialmente inducen a confusión y los sesgos puedan persistir.

Se debe anotar también la limitación que implica, que este estudio de cohorte se basó en datos de pacientes que buscaban el reembolso económico de su medicación, no en investigación. Entre otras cosas, por ejemplo, no existe garantía de que la medicación haya sido ingerida en forma correcta o que el diagnostico de osteoporosis o de fractura no pueda estar equivocado. Pero por azar, esto puede haber ocurrido de manera similar en los 2 grupos comparativos. Tampoco se evaluaron las fracturas de manera morfométrica. Como estudio no aleatorizado pueden existir diferencias significativas entre los grupos de pacientes, aunque esto no sea clínicamente importante. Tampoco se ajustaron los valores de p para las comparaciones múltiples.

Se puede concluir, por lo tanto, que los análisis observacionales de las bases de datos proporcionan datos complementarios a la información que se obtiene de los estudios clínicos aleatorizados.


Resumen de lo Importante
● Este estudio incluye una muestra bastante grande, más diversa y del mundo real, que la que permitiría un estudio clínico aleatorizado, con criterios de inclusión y exclusión más estrictos
● Las poblaciones de pacientes, los patrones de tratamiento y sus desenlaces en la práctica clínica rutinaria pueden diferir de aquellas que apreciamos en los estudios clínicos aleatorizados. Por lo que es importante y se hace necesario también, evaluar los desenlaces en escenarios del mundo real
● Este estudio demuestra en la vida real, que el riesgo de fractura no vertebral en general o el de fractura de cadera en particular, en mujeres que recibieron hasta un año de tratamiento con Ibandronato mensual o bisfosfonatos – alendronato, risedronato – en forma oral, fue similar
● Pero también comprueba el estudio, que el riesgo de fractura vertebral es menor en pacientes con adecuada adherencia y que recibieron Ibandronato mensual, en comparación con las que recibieron bisfosfonatos de manera semanal
● Obviamente, las implicaciones clínicas para los hallazgos en la reducción de las fracturas necesitan posterior exploración/investigación y validación de los datos encontrados


Referencias
1- Harris ST,et al. Risk of fracture in women treated with monthly oral ibandronate or weekly bisphosphonates: The eValuation of IBandronate Efficacy (VIBE) database fracture study. Bone. 2009, doi: 10.1016/j.bone.2009.01.002.
2- Reginster JY, AdamiS, Lakatos P, Greenwald M, Stepan JJ, Silverman SL, et al. Efficacy and tolerability of once-monthly oral ibandronate in postmenopausal osteoporosis: 2 year results from the MOBILE study. Ann Rheum Dis. 2006; 65: 654-61.
3- Harris ST, Blumentals WA, Miller PD. Ibandronate and the risk of non-vertebral fractures in women with postmenopausal osteoporosis: results of a meta-analysis of phase III studies. Curr Med Res Opin 2008; 24: 237-45.


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Miércoles 25 de Febrero, 2009
Afecta Risedronato o Alendronato al tratamiento con Teriparatida ?

Jaime Urdinola M.D.
AK 9 116-20 CS 326 - Asociación Médica de los Andes - Bogotá D.C. Colombia
Teléfono: 571/ 215 23 00 - Celular: 57/ 315 236 28 08
e-mail: jaimeurdinolamd@gmail.com
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Coloquio /Almuerzo sobre Menopausia – Miércoles Febrero 25 , 2009 Sala de Juntas 1er Piso Asociación Médica de los Andes - AK 9 116-20 Bogotá D.C. Colombia



Introducción
Se ha demostrado que la teriparatida, PTH humana (1-34), reduce el riesgo de nuevas fracturas vertebrales y no vertebrales en mujeres postmenopáusicas con osteoporosis 1.

Como el uso de teriparatida se ha recomendado sólamente durante 18 a 24 meses, las pacientes que presentan una respuesta grande y temprana son las que presentarán el beneficio óptimo de este agente anabólico. También es conocido que el tratamiento previo con antiresortivos como los estrógenos y el raloxifeno permite que la teriparatida aumente rápidamente los marcadores del recambio óseo y la densidad mineral ósea (DMO), mientras que el tratamiento con alendronato antes de la administración de teriparatida o en combinación con esta, puede interrumpir o demorar la respuesta 2. Esto podría explicarse, teniendo en cuenta que alendronato permanece según lo informado, durante más tiempo en el hueso por su mayor afinidad por la hidroxiapatita.

Los estudios combinados o secuenciales con bisfosfonatos y teriparatida han utilizado casi exclusivamente alendronato. Por lo tanto, hasta ahora no se conoce si otros bisfosfonatos pueden interrumpir o retardar la respuesta anabólica a la teriparatida, un efecto que puede estar relacionado con la magnitud en la que el bisfosfonato reduce el recambio óseo y mantiene esta reducción después de suspender el medicamento.

Con base en las diferencias farmacológicas entre alendronato y Risedronato, los autores del estudio que se analiza hoy, postulan la hipótesis que Risedronato podría no afectar los efectos posteriores de la teriparatida, en la misma magnitud que el tratamiento previo con alendronato. Este estudio en 324 pacientes postmenopáusicas con osteoporosis es clínicamente relevante, ya que muchas pacientes que reciben teriparatida han sido tratadas con uno de estos dos bisfosfonatos.

Métodos
Pacientes que habían sido tratadas previamente con alendronato o Risedronato durante por lo menos 24 meses, descontinuaron el bisfosfonato y recibieron teriparatida durante 12 meses. En un estudio multinacional y de grupos paralelos, de acuerdo con las guías de buenas prácticas clínicas, la Declaración de Helsinki y las normas de diferentes países que participaron en el estudio 3.

Patrocinadores
El estudio fue diseñado por el Comité Directivo de los Investigadores y la Alianza para la Mejor Salud Ósea (Procter&Gamble Pharmaceuticals y Sanofi-aventis).

Los investigadores en cada país recolectaron los datos; los estadísticos de Sanofi-aventis analizaron los datos de acuerdo con un plan acordado y pre-especificado con los patrocinadores. Todos los autores tuvieron acceso completo a los datos primarios, escribieron el manuscrito y son responsables por la exactitud y la publicación terminada.

Se llevó a cabo también una revisión estadística independiente en el Hospital Helen Hayes en Nueva York, bajo la guía del Comité Directivo de los Investigadores. Los hallazgos de esta revisión estadística independiente estuvieron de acuerdo con aquellos del análisis estadístico original.

Población del estudio
Se incluyeron mujeres postmenopáusicas con osteoporosis que habían recibido alendronato o Risedronato durante por lo menos 24 meses (columna lumbar o cadera total, índice T < 2.0
(<> 1, niveles de 25-OH-vitamina D
>16 y < 80 ng/ml, telopéptido urinario (NTX) < 50 equivalentes de colágeno óseo nmol/mmol de creatinina, para asegurar la adherencia a la terapia previa con bisfosfonatos.

Se excluyeron aquellas con función renal disminuída, tratamiento con otros antiresortivos diferentes de Risedronato o alendronato, terapia hormonal con esteroides sexuales en los 36 meses previos, glucocorticoides sistémicos o anabólicos en los 3 meses previos durante 1 mes o durante un lapso mayor en los 6 meses previos, calcitonina, calcitriol o calcifediol durante el mes previo o durante un lapso mayor en los 6 meses previos, combinación de Risedronato y alendronato en los 60 meses previos, o cualquier agente antiresortivo en combinación con Risedronato o alendronato.

Protocolo del estudio
Después del reclutamiento las pacientes descontinuaron su bisfosfonato e iniciaron teriparatida diaria (20 mcg SC) durante 12 meses, controladas 11 veces. Ya que el estudio fue abierto y no aleatorizado, fueron agrupadas y estratificadas de acuerdo con el bisfosfonato recibido.

Desenlaces
El punto final primario de análisis fue la comparación del cambio del promedio absoluto desde la línea de base del propéptido N-teminal (P1NP) después de 3 meses de tratamiento con teriparatida, entre sujetos que habían recibido previamente Risedronato y alendronato. Este tiempo de 3 meses fue seleccionado por informes previos, de asociaciones entre los cambios tempranos en los marcadores de recambio óseo con mejoría en la DMO a los 12-18 y 24 meses.

Los puntos secundarios de análisis incluyeron comparaciones con la línea basal de los cambios promedio y de la relación para P1NP (N-terminal propéptido del colágeno tipo 1), la actividad de la fosfatasa alcalina específica para hueso (BAP), osteocalcina (OC), telopéptido C sérico (CTX) y la relación del N-telopéptido con la creatinina urinaria (NTX) a los 0.5, 1-6 y 12 meses.

También se incluyeron comparaciones del promedio y los cambios porcentuales del área de la DMO por DXA a los 6 y 12 meses, así como la DMO volumétrica por tomografía computadorizada en forma basal y a los 12 meses.

Se investigaron las correlaciones de los cambios tempranos en los marcadores óseos con los cambios en la DMO a los 12 meses.

Resultados
En el grupo que previamente había recibido Risedronato, el aumento de P1NP fue significativamente mayor después de 3 meses de tratamiento con teriparatida que en el grupo que había recibido alendronato ( promedio + SE [Error estándar] 86.0 + 5.6 vs. 61.2 + 5.3 ng/mL, respectivamente; P < 0.001).

Los hallazgos fueron similares para los otros marcadores de recambio óseo.
Los cambios en el área de la DMO y en el análisis volumétrico de la trabécula de las vertebras fueron mayores en el grupo que previamente había recibido Risedronato (P<0.05).

Los cambios tempranos en los marcadores de recambio óseo se correlacionaron con los cambios de la DMO en el análisis volumétrico de la trabécula de las vertebras a los 12 meses (Spearman r= 0.45), encontrando que después de la terapia con Risedronato, los cambios a los 12 meses fueron casi del doble que lo observado en el grupo con alendronato.

El tratamiento con teriparatida fue bien tolerado en ambos grupos. Los efectos adversos reportados más frecuentemente fueron hipercalcemia, espasmos musculares, náusea, mareo y artralgia.

Conclusiones
Este estudio no aleatorizado pero prospectivo, sugiere que pueden existir diferencias en la respuesta anabólica a la teriparatida, como una función de la exposición previa al tipo de bisfosfonato. Las pacientes que habían sido tratadas previamente con Risedronato demostraron una mayor respuesta con un incremento más temprano y pronunciado en los niveles de P1NP y a nivel de la DMO volumétrica, que aquellas tratadas previamente con alendronato. Esto requiere de mayor investigación, para poder entender completamente el impacto clínico potencial.

El estudio se diseñó usando teriparatida durante 12 meses. No tuvo el poder suficiente para medir la incidencia de fracturas y no debe ser analizado en este contexto.

Referencias
1- Neer RM, Arnaud CD, Zanchetta JR, Prince R, Gaich GA, reginster JY, Hodsman AB, Eriksen EF, Ish-Shalom S, Genant HK, Wang O, Mitlak BH. Effect of parathyroid hormone (1-34) on fractures and bone mineral density in postmenopausal women with osteoporosis. N Engl J Med 2001; 344: 1434-1441.
2- Black DM, Greenspan SL, Ensrud KER, Palermo L, McGowan JA, Lang TF, Garnero P, Bouxsein ML, Bilezikian JPO, Rosen CJ, PaTH Study investigators. The effect of parathyroid hormone and alendronate alone or in combination in postmenopausal osteoporosis. N Engl J Med 2003; 349: 1207 – 1215.
3- Miller PD, Delmas PD, Lindsay R, Watts NB, Luckey M, Adachi J, Saag K, Greenspan L, Seeman E, Boonen S, Meeves S, Lang TF, Bilezikian J, for the Open-label Study to Determine How Prior Therapy with Alendronate or Risedronate in Postmenopausal Women with Osteoporosis Influences the Clinical Efectiveness of Teriparatide Investigators. Early Responsiveness of Women with Osteoporosis to Teriparatide After Therapy with Alendronate or Risedronate. J. Clin Endocrinol Metab 2 008; 93: 3785-3793.